jueves, 27 de octubre de 2016

NOS LO MERECEMOS

Cuando los aficionados atléticos que conocemos en profundidad los avatares de la gestión de Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo al frente del Atlético de Madrid, nos vemos obligados a afrontar el día, desayunándonos con noticias de este estilo:
se nos abren las carnes e irremediablemente todo se torna amargo, plúmbeo y pestilente.  Dan ganas de vomitar y volverte a la cama sin remisión.

Los que no ignoramos que Gil Marín fue condenado en el 2004 por el Tribunal Supremo a 18 meses de prisión por estafar al Club.

Los que no podemos pasar por alto que a pesar de tal condena, sigue ejerciendo como Consejero Delegado amparado por el Consejo Superior de Deportes, la Liga Nacional de Fútbol Profesional y la Real Federación Española de Fútbol, aunque la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, la Ley de Sociedades de Capital y los Estatutos del Club, inhabiliten para tal cargo a los condenados, como Gil Marín, por delitos económicos.

Aquéllos que sabemos a ciencia cierta que Gil Marín ha venido percibiendo retribuciones durante años por valor de más de 11 millones de euros, como consejero delegado del Club, cuando dicho cargo se contemplaba como gratuito en la Ley de Sociedades de Capital y en los propios Estatutos del Club.

Todos los que no olvidamos ni perdonamos que hubo un fiscal anticorrupción que declaró que la familia Gil se había dedicado al saqueo continuado del Club Atlético de Madrid durante años.

Quienes hemos sido testigos de cómo la justicia ha anulado ampliaciones de capital en fraude de ley y ha declarado  fraudulenta la conversión del Club en Sociedad anónima Deportiva, sentencia del Tribunal Supremo mediante, declarando dicha conversión como un delito de apropiación indebida prescrito , del cual fue autor el fallecido Jesús Gil y Gil y cooperador necesario Enrique Cerezo Torres.

Esos que tomamos conciencia de que sendas operaciones urbanísticas de Alcorcón y Mahou-Calderón han sido igualmente declaradas ilegales, con un quebranto económico millonario para el Atleti.



Todos esos aficionados atléticos, que conocemos al dedillo la lacra y el estigma que la familia Gil y Cerezo suponen para el Club, no nos merecemos leer estas frases la mañana de un jueves tan bonito, soleado y prometedor:

“Gil Marín hizo especial hincapié en el respeto a la tradición de los clubes: “Es importante garantizar la estabilidad presupuestaria, que vengan a aportar, no a buscar protagonismo o ventaja personal. 


El club no es de nadie, es de la afición, de los medios, de la historia del club… 

Mas allá de la estabilidad y de mejorar, el que venga debe compatibilizar su modelo con los valores de cada afición. Conozco bien los de la mía, cada vez que damos un paso lo analizamos para evitar el rechazo y garantizar el respeto a los valores”.

O igual estoy confundido y sí nos lo merecemos. Es posible que todo esto no importe. Que la hinchada atlética se haya ganado a pulso que se hayan apropiado delictivamente de su club. Es fácil que muchos encuentren justificado lo que hicieron Jesús Gil y Gil y sus cómplices. A estas alturas ya no merece la pena, a mí ya me han jodido el jueves pero…


Mañana será otro día.

6 comentarios:

  1. Pues que quieres que te diga Jesus que esto es una verguenza y que los que van al campo se tenian que concienciar y pedirles responsabilidades a esta panda de golfos delincuentes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Allá cada cual, ya es tarde para eso, Julián

      Eliminar
    2. Allá cada cual, ya es tarde para eso, Julián

      Eliminar
  2. Para los que habéis luchado porque tanta ilegalidad no haya podido ser silenciada debe ser un honor seguir en la brecha denunciando a estos golfos apoyados por una prensa perversa.
    Gracias por todo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es una cuestión de honor, sino de dignidad y sobre todo amor por unos colores

      Eliminar
    2. No es una cuestión de honor, sino de dignidad y sobre todo amor por unos colores

      Eliminar