sábado, 14 de abril de 2012

El Atleti no puede más.

Empezar un artículo poniendo de manifiesto que el fútbol español, bajo la denominación desnaturalizada de origen  "S.A.D", está inmerso en un proceso patente de liquidación, no es añadir nada nuevo al desolador panorama reinante, pero sí que aún podría ser peor, desde que el 1 de enero ha entrado en vigor la última reforma de la Ley Concursal, que se decanta por dar prioridad a la aplicación de las normas de competición de la Federación sobre las propias de dicha Ley, conminando al legislador para que, antes del 30 de junio de 2012,  desarrolle un proyecto de ley de tratamiento de la insolvencia de dichas SADs.

Si se respeta el espíritu de la reforma, debería predominar la ley deportiva sobre la concursal, con la consiguiente desprotección de las SADs frente a situaciones sobrevenidas de insolvencia, toda vez que la recurrente cobertura del plan de viabilidad, que ha permitido a equipos como el Zaragoza el "fichar y no pagar", haciéndose además gala de ello por su fanfarrón propietario, se va a ver diluida ante la supremacía de la normativa deportiva.

En consecuencia, medidas sancionadoras previstas en la legislación deportiva,  como la resolución libre de contrato por parte de los jugadores acreedores de los clubes, el veto para jugar competiciones europeas (último ejemplo en España el Mallorca) o incluso la pérdida de categoría por deudas con jugadores u otros clubes,o incluso con la misma Federación, se cierne como un torrente de negros nubarrones sobre las SADs morosas. El todo vale, por el mero hecho de instar un concurso voluntario, está entrando en vía muerta o, al menos, así debería ser si se quiere impedir que la actual situación se descontrole, objetivo que se antoja prioritario, toda vez que las arcas del Estado son las principales afectadas por la deuda del fútbol, habiéndose incrementado en el último ejercicio la deuda con el fisco en más de 150 millones de euros.

Todo lo expuesto entronca con el contenido del reciente comunicado de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (FASFE), que hizo pública una reunión de principios de abril con el Presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, en un encuentro en el que los representantes de FASFE plantearon al máximo rector del deporte español sus propuestas de reforma del marco legal del deporte profesional. y en la que aquél anunció la adopción de una de ellas, consistente en la eliminación de la obligatoriedad de estar constituido como sociedad anónima deportiva para participar en competición profesional, según manifestó Ángel Zalba, presidente de FASFE, al finalizar dicha reunión.

La labor que FASFE viene desarrollando en aras de la defensa y promoción de  la propiedad democrática de los clubes por sus aficiones, bajo el paraguas de Supporters' Direct y de Football Supporters Europe, la unión europea de aficionados al fútbol, resulta a todas luces impagable.

Y en este orden de cosas, el Club Atlético de Madrid S.A.D., el mayor deudor de Hacienda en España, que gracias a la nefasta gestión de sus rectores, aúna más de la tercera parte de la deuda global de los Clubes de Primera División, con 155 millones de euros, se vió obligado a vender al Kun y a De Gea  el pasado verano para saldar 60 millones de euros con el Fisco, dado que la deuda acumulada ascendía, según se desprendía de las cuentas anuales del Club a 30 de junio de 2011, a 215 millones de euros.Todas esas medidas sancionadoras que la ley deportiva tiene previstas, acechan al Atleti por su alarmante situación financiera.

El aficionado del Atlético de Madrid debe conocer estos datos. Debe tomar conciencia de que su Club, que deportivamente se mantiene vivo en la EL y está pasando sin pena ni gloria por la Liga, con paso firme para alcanzar nuevamente su puesto promedio desde que ascendió a Primera División (séptimo, siendo hasta este año el tercer presupuesto), después de caer estrepitosamente en Copa ante un Segunda B, desde el punto de vista económico se encuentra aún peor. Y es que lo deportivo va unido indefectiblemente a lo económico. Si el Atleti no gana la EL, ardua tarea pues el enfrentamiento en semifinales con el Valencia se antoja a cara de perro (tercero contra noveno), las expectativas económicas para este ejercicio se volatizarán, dando paso a la segura venta de los jugadores más importantes del equipo, como Adrián, que ya mantiene gestiones con el Barcelona tras ponerle precio el Club y Falcao  y a la no continuidad del cedido Diego. Y veremos como afecta tal panorama a la continuidad de Simeone, que si mantiene una postura acorde con su imagen cabal y recta, no creo que esté por la labor de que le desmantelen el equipo. Y no olvidemos que ya desarbolaron, sin ningún pudor, un equipo supercampeón de Europa.

Pero dirán ustedes ¿y si se gana la EL ?. Pues ese pastel reporta muchos menos ingresos que la clasificación para jugar la Champions, para que se hagan una idea. Ese era el objetivo al principio del ejercicio, clasificar tercero o cuarto y, una vez descartada cualquier posibilidad al respecto,  la única tabla de salvación actual (deportiva que no económica) a la que aferrarse es la sobrevalorada EL, que, en cualquier caso, no acaba de encajar en el ideario de Platini, que sigue dándole vueltas de tuerca hasta acabar eliminándola. La séptima plaza este año no garantiza jugar en Europa la temporada que viene y los ingresos por este concepto desaparecerán, con la consiguiente bajada de presupuesto, que nos situaría en la quinta posición, tras Málaga y Valencia. Buena excusa para que ya no sea exigible entrar en Champions, para el tercer Club de España en afición e ingresos televisivos, además de por historia y títulos. 


No es descabellado pensar en una inminente ampliación de capital. De la misma forma que tampoco lo es vislumbrar quiénes pueden ser los futuros accionistas entrantes. Gil Marín se ha echado en los brazos de los fondos de inversión, que poco a poco están dominando el fútbol por mor, precisamente, de la inestabilidad finanaciera de los clubes. Y el Atlético de Madrid, con sus principales activos en el disparadero, es el más inestable de todos, aunque aún no haya entrado en concurso, terreno vedado a partir de ahora por lo que hemos explicado, salvo que la solución se prevea a corto plazo, antes de que ese nuevo horizonte legal se configure.

Los fondos de inversión, ese modelo ya conocido en el fútbol desde hace años a través de Juan Figger y su Rentistas uruguayo, solo pueden traer al Atleti personajes sin escrúpulos, sin ningún arraigo atlético, que den por bueno el estado de cuentas de la institución y no se preocupen de levantar las alfombras, a cambio, lógicamente, de apretar las clavijas hasta la extenuación económica y tener el control del futuro de las estrellas rojiblancas, que acabarán cuando y donde ellos quieran, convirtiendo al Atleti en un mero trampolín de jugadores hacia los grandes equipos europeos. No olvidemos que el Atleti antes, era uno de esos grandes.

Antes exponía que los principales activos del Club se encuentran en el aire. Ha de tenerse en cuenta que la paralización de las obras de la Peineta como consecuencia de la crisis inmobiliaria, se ha visto agravada con la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que minimiza el volumen de edificabilidad del ámbito Mahou-Calderón hasta límites insospechados y haciendo totalmente improductiva la operación, con un recurso ante el Supremo cuya resolución se prevé, como pronto, a cuatro años vista.

Si a ello añadimos que la primera piedra de la futura Ciudad Deportiva todavía se está buscando entre trámites administrativos y luchas políticas de poder y no se sabe a ciencia cierta cuando será objeto de colocación, tras varios años de continuos anuncios a bombo y platillo,  ha de colegirse que el patrimonio de la SAD es hoy en día tierra yerma, un erial de futuro incierto, por no decir inexistente, con el agravante de que las plusvalías urbanísticas de ambas operaciones ya han sido ventiladas, habiendo sido objeto de venta a crédito.

El cerco se estrecha, ni lo económico ni lo deportivo invitan al optimismo, pero ellos se siguen aferrando al poder mientras el tercer máximo accionista hace mutis por el foro. Malos vientos soplan por Virgen del Puerto 57, mientras la afición, perdida, desnortada, se permite mirar para otro lado y se refocila en su propia miseria, despidiendo a su equipo entre aplausos tras salir goleado en el Calderón por el otrora eterno rival, que le ha metido la friolera de ocho goles en esta campaña.


Se impone una solución para un histórico del fútbol europeo. Las instituciones y los medios de comunicación deben entrar a valorar la situación del Atlético de Madrid , asfixiado económicamente y permanentemente inmerso en procesos judiciales, dominado por un condenado por estafar al propio Club que dirige y cuyo capital controla mayoritariamente. Un sátrapa que incluso ha logrado hacer menos malo a su progenitor y hace y deshace a su antojo y en la sombra, mientras el cooperador necesario que da la cara, se sostiene gracias a  la imagen  que increiblemete aún mantiene ante esos medios y las propias instituciones.  Esto no puede seguir así. Otros deben recoger el testigo, los que nunca debieron perder el control, los propios aficionados. Hay fórmulas. Esperemos que cuando vean la luz no sea demasiado tarde, porque el Atleti no puede más..