sábado, 1 de febrero de 2014
EN EL ADIÓS DE LUIS ARAGONÉS
Retomo el pulso de este humilde blog, abandonado desde hace más de un año, con la inmensa pena por el adiós de Luis Aragonés y el deber de rendirle merecido tributo.
Este año, febrero se ha asomado al calendario de la peor manera posible, cruel, azuzando un viento frío y seco que nos ha helado el corazón. Poco después de las 6 de la mañana ese gélido céfiro se llevaba el alma de Luis Aragonés Suárez camino del tercer anfiteatro, desde donde, incansable, ya nos está apoyando con denuedo, con ese espíritu combativo y ganador que le caracterizaba. Como muestra, un 2-3 del remozado Valencia de Pizzi en el Camp Nou (supongo que hoy Cesc, Iniesta o Xavi tendrían menos ganas de divertirse en el campo que otros días)
Y como personaje competitivo y exigente que era Luis, su apoyo innegociable siempre venía de la mano, irremisiblemente, de un reto, de un desafío, de una contraprestación. No por una cuestión de egoísmo, sino por natural exigencia. "Ustedes van a ser campeones si hacen lo que yo les diga". Y vaya si lo fueron. Ahora el reto está ahí y si el Cholo sigue demostrando su inteligencia, lo utilizará con el equipo. Mañana líderes y después hay que salir campeones por Luis. Díselo Cholo. Martillea la mente y apuntala el corazón de los nuestros con ese lema, eso sí, que quede fundido partido a partido en sus pechos.
Luis tenía su propia verdad. No era de medias tintas ni existían diversos caminos para llegar a un fin. Solo uno, su verdad. Era un tipo hosco cuando tenía que serlo y socarrón cuando el momento lo requería. No se dejaba avasallar, tenía una personalidad tan competitiva que resultaba imposible que se amedrentara ante nada ni nadie. Y eso le granjeó enemistades, envidias, animosidad por parte de muchos que ahora le tributarán oportunista vasallaje. Ya han empezado.
Pasó de jugador a entrenador en un día y lo primero que hizo fue empezar a llamar a los que habían sido sus compañeros, a sus amigos, de usted. Y les hizo campeones de la Intercontinental, tan tranquilamente, como si nada. Seguramente esa fue la clave. Tratarles de usted. Me gusta pensarlo y también me gusta hablarles a mis amigos de usted en determinadas ocasiones y, a partir de ahora, me acordaré mucho más de Luis cuando use tal tratamiento.
Tuve la inmensa fortuna de conocerle en persona. Junto a los compañeros de Señales de Humo quedamos con él una mañana entre marzo y abril de 2011. Estábamos preparando su homenaje, el de la afición, el de la gente que nunca le ha dado la espalda, el que siempre le ha negado la SAD y ahora se aprestará a ofrecerle de forma tan extemporánea como pancista. El lugar de la cita era el Hotel Eurobuilding de Madrid. Yo llegué el segundo. El primero de nosotros. El primero de todos, él. Serían cerca de las 11 y ya tenía una cerveza en la mano. La puntualidad era su norma y así me lo hizo saber. Yo, que ya sentía cierto congojo por la egregia cita, no sabía dónde meterme. Poco a poco llegaron mis compañeros. "Así que ustedes son los de Cortinas de Humo". A Ballack le puso Wallace y a nosotros Cortinas de Humo, él era así y así le hemos querido.
Nos empapamos de su personalidad al instante. Llenaba el entorno con su sola presencia. Con un traje impoluto y corbata clásica, su aspecto era adusto y serio, pero te sentías a su lado como con tu profesor favorito, como con tu padre. Le gustaba más que le llamaran Zapatones que Sabio, porque decía no saber nada. Para sus amigos, siempre Mono y los más punzantes le llamaban Aurelio, en honor al personaje de El Planeta de los Simios.
A esa reunión le siguió otra con el mismo escenario y luego, el 10 de abril, el homenaje. Todo salió perfecto y él, junto con su familia y sus amigos, encantado y agradecido. Allí 800 seguidores le jaleamos Presidente Presidente Presidente. "No, no, para eso hay que tener unas cualidades que no poseo. Se necesita muchísima sabiduría para presidir una entidad así... De lo que hay posibilidades es que vuelva como entrenador del Atlético, me encuentro perfectamente para entrenar...No lo descarto. Del fútbol no me voy a ir nunca". Demasiado humilde, para alguien que no podía irse del fútbol porque era el propio fútbol. Pero es que, además, por encima de todo era un ser humano espectacular.
Nunca lo olvidaré. Espero traerle a mi lado en los momentos cruciales, en esas finales que la vida siempre nos brinda y lo imaginaré ahí sentado, junto a mí, como esa mañana de final de Copa del 92, en la que aporreó la puerta de la habitación de un adormilado Paulo Futre hasta que consiguió entrar y, sentándose a los pies d esu cama y mirándole a los ojos, le exigió que él y sus compañeros vengaran el honor de Pizo Gómez. Y lo hicieron. No podían fallarle, como a esos 50.000 que después abarrotamos el Bernabeu.
Ya digo adiós. Y lo hago con sus palabras contundentes de despedida esa mañana de Abril del Gaudeamus Atleti.
"El Atlético no se merece que le estén tratando como le están tratando. No se puede conformar con entrar en Europa, estoy en contra de anuncios como ese de 'Papá, ¿por qué somos del Atleti?'. ¡No! Cuando yo estaba siempre salíamos a competir a por la Liga, la Copa, todo. ¡Vuestros padres no nos permitían otra cosa! Somos el tercer equipo de España, pero nos hemos alejado de nuestra historia. Pero pensad que, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana".
Tú eternamente tendrás abiertos nuestros corazones, HASTA SIEMPRE MI PRESIDENTE..
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Mi querido Jesús, poco mas se puede añadir.
ResponderEliminarSe ha ido un grande de nuestra historia. El mas grande. Pero siempre nos quedará su recuerdo y su leyenda.
Gracias, Jesús. Hasta siempre, Zapatones.
Gracias Don cdelrui...
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarHe podido acceder a su blog http://atletisomosnosotros-jesuskun.blogspot.com/ y me ha parecido muy interesante y con muy buen contenido. Debido a que dispongo de un blog con temática similar al suyo: http://www.profesorapuesta.blogspot.com/, me gustaría poder intercambiar enlaces contigo.
Espero su respuesta y sobre todo que mi blog sea de su agrado.
Puede ponerse en contacto conmigo a través del siguiente email: profesorapuesta@gmail.com
Un saludo,
Alba Parareda