La afición del ATLÉTICO
DE MADRID está expectante ante la futura entrada del grupo DALIAN WANDA en el accionariado del
Club. Ambas entidades hicieron oficial el acuerdo hace unas semanas y con eso
ha bastado para que el hincha, aupado por los medios y por el ingente número de
páginas existentes en las redes sociales sobre virtuales movimientos del
mercado futbolístico, se ilusione con la llegada de decenas de cracks al equipo
de sus amores.”Como influirá Wang
Jianlin en los fichajes del Atlético Madrid” “Los cinco fichajes que ha propuesto el chino Wang al
Atlético” “Wang ya tiene en su agenda 11 posibles fichajes de
renombre según varios medios” son un ejemplo de los contenidos que podemos
encontrarnos por Internet desde la aparición en escena del prócer oriental.
Es evidente que no cabe negar que, “el chino”, como
popularmente se le conoce, ha revolucionado el patio de los “vendebiblias”
patrios e incluso internacionales, de la misma forma que resulta incontestable
que sabe de fútbol lo que yo de chino mandarín, esto es, la nada despreciable
cifra de cero.
En este orden de cosas, mientras esperamos a los cracks de
turno, los rectores de la SAD han preparado una Junta General de Accionistas
para el 23F, con la intención de aprobar la ampliación de capital necesaria
para que Wang, el chairman de Dalian
Wanda, se haga con un 20% del accionariado, que se estima por arte de birli
birloque y sin ningún informe previo que lo justifique en unos 45 millones de
euros, esto es, 45 millones de euros más de lo que abonó la familia Gil por el 100% del Club, pues
pagó, como es conocido de todos, exactamente la misma cifra que representa mi
conocimiento de chino mandarin o el de fútbol por parte de Mr. Wang.
Pero aún chirría más esa valoración antojadiza del Club, a
razón de unos 225 millones de euros, si tenemos en cuenta que pocos meses atrás
se encargó a una prestigiosa firma que lo valorara en 65 para así reintegrar,
en un indudable alarde de generosidad, a los accionistas poseedores de acciones
nulas (pagadas a 49,88 euros) por el fraude de ley gestado por los propios Gil Marín y Cerezo, el valor de las
mismas, a razón de 21,5 euros. Todo lo que implica que los pequeños accionistas
hayan palmado en la operación 28,38 euros por acción, salvo que decidieran
acudir a la ampliación montada estrafalariamente por el Club para salvar la
situación judicial.
Lejos queda esa enésima declaración de cara a la galería
de Gil Marín, que tanto gusta de hacer en sus medios de referencia que se
pirran por dar pábulo a sus falacias y entelequias : "no necesitamos ni queremos
vender, y si algún día lo hacemos lo haremos a gente que sienta el Atleti"
Pues ahí está el primer agraciado,
criado en el mismo foro, de estirpe colchonera de rancio abolengo y cholista
hasta las entrañas, “el chino Wang”.
Wang, del cual no tengo nada malo que
opinar y me merece todo el respeto del mundo como empresario sideral que es, lo
que ha sentido es la llamada del ladrillo ibérico y tras adquirir el famoso Edificio España al Banco de Santander
por 265 millones de euros, ahora ve la oportunidad de negocio en la Operación Campamento, donde espera
construir el Eurovegas que no pudo
ser en Alcorcón, esta vez con los parabienes de la administración madrileña,
toda vez que el suelo pertenece a Defensa y ningún particular puede poner palos
en las ruedas, salvo las consabidas alharacas de verdes y vecinos, que
sofocarán de dos plumazos y medio los técnicos institucionales.
Lo que sí me resulta muy curiosa es la
forma en que Wang ha llegado a Madrid, ni más ni menos que de la mano del
propio ADELSON o, al menos, así
parece deducirse del hecho de que haya aprovechado la infraestructura montada por éste para acometer
la Operación Eurovegas a través de TFT
MANAGEMENT SPAIN SL y la directiva BELÉN
GARRIGUES. Luego, eso de “Dios los
cria y el diablo los junta” parece que esta vez ha funcionado a la perfección.
Contado por el propio Enrique Cerezo,
parece ser que fueron Gil Marín y él quienes convencieron a Wang para que
adquiriera el Edificio España, lo que aconteció una estrellada noche madrileña,
de paseo tras una cena juntos. Y a partir de ahí, todo fue coser y cantar. Que
si yo te traigo niños chinos para que los eduques en la cultura española y los
enseñes a jugar al fútbol, que si tú me presentas a Nachete y compañía y que
no se te olvide lo de Adelson, que si de paso no te apetece adquirir el 20 %
del Atleti…toda una maravillosa concatenación de insospechados y regocijantes
acontecimientos. Cuadró y sanseacabó.
Y en esas estamos los aficionados, ilusionados unos,
atentos otros, escamados también los que pensamos que, la constante pérdida de
identidad y esencia de Club, propiciada
por los propietarios de la SAD, tiene su principal exponente en la venida de
Wang Jianlin y el gigante chino Wanda.
Todo ello a pesar de los encomiables esfuerzos del Cholo Simeone, que se afana en sujetar el
tenderete con alfileres y apoyado en un cuerpo técnico y una plantilla que
forman una sola voluntad inquebrantable.
Wanda acaba de comprar INFRONT, la compañía de gestión de derechos deportivos, por 1050
millones de euros. Hoy se ha hecho público. Esto evidencia que la inversión
realizada en el Atleti no es más que un aperitivo para el colosal grupo. Sin
embargo, es el Atleti el que le podría dar notoriedad internacional, el que
podría pasear el nombre de WANDA por los cinco continentes, a nada que se haga
con la mayoría del Club. ¿Ciencia Ficción? No lo fíen tan largo…si el fraude de
ley no lo impide.